Investigaciones de DUI en Phoenix
La mayoría de casos de DUI en Arizona empiezan con un control de tránsito ejercido por un agente de policía. Legalmente, la policía requiere una sospecha razonable de delito para parar a un automóvil en la carretera, pero en práctica, este estándar es más o menos fácil satisfacer; bastaría el acto de manejar con demasiada velocidad. Después de contactar al motorista, el oficial estará observándolo para indicias de intoxicación, así como el hablar de forma borrosa, tener los ojos rojos u otras muestras típicas. Si encuentra algo suficiente para aumentar su sospecha, generalmente comenzará una investigación de DUI.
Es importante recordar que, en contraste a otras ofensas, un arresto por causa de DUI puede ser algo subjetivo y basado en la interpretación del oficial que preside la investigación. Indicios como los anteriormente discutidos sí pueden implicar la embriaguez, pero también podrían ser las manifestaciones de varias condiciones médicas, alimentos consumidos, elementos del ambiente y otras tal causas. Por lo tanto, es posible que el oficial malinterprete el comportamiento del conductor y que llegue a equivocarse. Si esto sucede, será necesario probar que el acusado no estaba intoxicado durante la operación de su vehículo.
En asumiendo el caso del acusado, un abogado defensor de DUI podría querer revisar las circunstancias exactas del arresto de su cliente y establecer cómo fue que la investigación progresó. Si llega a debilitar parte del caso de la acusación, podría negociar para una reducción de cargos o hasta emprender que se despida el caso enteramente.
¿Cómo puede ayudar un abogado defensor?
Las leyes que rodean casos de DUI pueden ser algo complejas. En Arizona, no hay una sentencia fija designada para DUI; jueces y fiscales están autorizados a usar su propia discreción en determinando una propia condena. Dado esto, es posible introducir consideraciones fuera de su observación inmediata que puedan persuadirles a perseguir una sentencia más liviana. Por ejemplo, si alguien fue arrestado por DUI dos horas después de la muerte de un familiar, eso bien podría influenciar la acusación siendo que la probabilidad de reincidencia parecería bien baja para ese caso.
Además, como anteriormente dicho, condiciones médicas y ambientales pueden predisponer los resultados de las pruebas de alcoholemia y posiblemente provocar una imputación errónea. Si alguien se encuentra incapaz de ejercer ciertos movimientos físicos, podría fallar una prueba de sobriedad y así terminar acusado de DUI. Semejantemente, los alcoholímetros comúnmente utilizados por agentes de policía en el campo pueden sobreestimar el nivel de alcohol en sangre por razones similares, o aun si ha recientemente consumido ciertas marcas de enjuagues bucales.
En todos estos casos, un abogado defensor de DUI a lo mejor necesitaría revisar las circunstancias del caso y ver si hay explicaciones alternativas por el comportamiento de su cliente. Además, es posible durante este proceso encontrar evidencia que demuestre faltas en la conducta oficial o inconsistencias en su narrativo. Si esto suceda, el fiscal podría no tener otra opción más que despedir el caso por causa procedimental.