Ser arrestado por DUI tiende a ser una experiencia bastante escalofriante para cualquiera, y más aún tener que enfrentar el sistema judicial sin ayuda. Las posibles consecuencias por un DUI varían de un caso a otro dependiendo de factores como si el conductor ha causado un accidente, cuántas ofensas previas tiene en su registro, aspectos de su contexto social que pueden influenciar la consideración del fiscal o juez presidentes y otros semejantes razones. Por eso, casi todos los casos de DUI son eventos distintos, y cada cual requiere su propio enfoque. Por lo tanto, un abogado defensor de DUI puede investigar las características que forman el caso de su cliente y obrar a efectuar una estrategia defensiva entallada a sus circunstancias específicas.
Consentimiento Implícito en San Antonio
Al recibir su licencia en el estado de Texas, cada conductor acepta la ley de consentimiento implícito, aun si no reconoce haberlo hecho. Consentimiento implícito solamente toma efecto si alguien sospechado de haber manejado bajo la influencia rehúsa a someterá un examen químico de su sangre, aliento u orina, pero sus consecuencias si llega a ser invocado pueden ser severas. Aun si el conductor termina exonerado de los cargos de DUI, si rehusó el examen químico, su licencia será revocada y podría enfrentar penas legales por dicho rechazo.
¿Por qué buscar a un abogado defensor de DUI?
Como anteriormente dicho, ningún caso de DUI es igual a otro, y por lo tanto cada uno requiere su propia perspectiva y abordaje. Empezando con el control de tránsito, un abogado puede revisar la evidencia contra su cliente para verificar su fiabilidad y verosimilitud. Inconsistencias en el reporte oficial, faltas de procedimiento, escasez de evidencia y otras tales pueden ser suficientes para forzar un despedido de caso o por lo menos convencerle al fiscal a reducir sus cargos a una ofensa menos dañosa a la reputación y bienestar del acusado.
Aunque los agentes de policía generalmente dependen de pruebas de alcoholemia hechas en el campo para desarrollar su caso contra un conductor sospechado de embriaguez, algunos de sus métodos pueden carecer de confianza en ciertos casos. Por ejemplo, solamente hay tres pruebas de sobriedad sobre terreno que se consideran tener validez científica; si otra prueba se realizó, un abogado defensor puede aprovecharse de ello en favor de su cliente. Aun si el conductor sometió a una de las tres pruebas estandarizadas, los resultados pueden ser inexactos si el acusado tenga una condición médica que le prevenga a completarlas correctamente. Si un abogado defensor logra introducir duda en la evidencia de la acusación relacionada al uso de un alcoholímetro o prueba de sobriedad, tal vez puede negociar para una reducción de cargos a algo menos dañoso como el manejo temerario.
Además, en cada paso de su investigación, a los agentes de la policía se requiere adherencia a leyes estatales y federales con respeto a su comportamiento profesional y tratamiento del acusado durante el periodo de su detención. Si existen fallas en estos niveles, pueden formar la fundación de una exitosa defensa por causa procedimental. En ese caso, el fiscal podría ser obligado a despedir los cargos contra el cliente.